Sintonía Fina


 

Esta nota fue como su título indica, una “sintonía fina”. Tenía en claro el espíritu pero no las palabras. La Rádios-para-Ouvir-em-Inglêsempezaba y, tal y de la misma manera en que daba inicio, la descontinuaba y volvía a empezar. No veía el camino. Pero sabía que debía continuar. Y acá estoy…

Si bien todas y cada una las entradas de esta sección están inspiradas en los encuentros que tengo con quienes confían en IDEM, en este en particular me sentí espejado. Me trajo el recuerdo de como fue mi transitar hasta caer en la cuenta del sentido que, paso a paso, y sin certeza, fueron cobrando las partes de aquello que iba juntando día a día. También de los momentos en que un gigante “no se” parecía ser la respuesta, y al mismo tiempo la excusa perfecta para abandonar. Me refiero a mi proceso.

En éste, encontré algo que me hizo gran sentido: el ejercicio de la virtud y en particular la virtud ética. Entrar en el detalle sería eterno. Lo que quiero hacerte llegar es corto y claro. La vida es un proceso que implica la toma de decisiones las cuales nos acercan o alejan, según lo conectados que estemos con nosotros mismos y con el entorno, del fin último de nuestras vidas. Así, durante el transitar nos vamos templando (como el acero), trabajamos nuestra templanza. Además y por otro lado que, ser feliz, es un medio y una elección, no el fin o si se quiere, es un fin en sí mismo. Porque al final de la cuenta, nuestro fin, salvo que logres ser San Martín, lo van a determinar aquellos quienes luego de nuestra partida nos mantengan vivos en su imaginario. Eso que no se ve, es lo que les dejamos. A nuestros hijos, la responsabilidad de ser ellos mismos.

La calidad de nuestras decisiones es un trabajo de todos los días, del minuto a minuto, segundo a segundo. Cuando en los momentos en que uno quiere tirar una bomba y romper todo, justo ahí; frenar la pelota y respirar profundo, contar hasta mil y más, sentirse y mirarse, cuestionarse. Develar que hay en uno que tal o cual fenómeno evoca una respuesta del tipo ‘me cierra posibilidades’. Encontrar la estructura, el modelo y ejercer el cambio. Elegir. Trabajar mi paciencia, mi confianza, mi voluntad y mi constancia para generar un hábito nuevo, una diametralmente opuesta forma de Un-proceso-de-mejora-continua-kaizanpensar que ayude a lograr los resultados que estoy buscando. Probar y corregir, probar y corregir. Una “sintonía fina” o que es lo mismo, un proceso.

A esta altura ya sabes que me gustan la palabras. Proceso viene del latín processus (avance, marcha, desarrollo), del verbo procedere (marchar hacia adelante, avanzar). Procedere se compone de pro- (hacia adelante) y del verbo latino cedere (andar, marchar, caminar, retirarse, ceder).

Rescato “ceder” y  “avanzar”, solo así vas a encontrar tu sintonía fina es decir tu verdadero vos.

¡Hasta la próxima!

Llegado el caso en que lo leído te hubiera hecho sentido y quisieses conversar acerca de ello, si sentís que estar en medio de un proceso o queriendo iniciarlo, no dudes en contactarnos haciendo click aquí

Muchas Gracias.

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